La Flipped Classroom o "clase invertida" es una metodología educativa que ha ganado popularidad en los últimos años. Su enfoque transforma la enseñanza tradicional: en lugar de que los alumnos reciban la explicación en clase y realicen ejercicios en casa, primero acceden a los contenidos en casa (a través de vídeos, audios o lecturas) y luego, en clase, aplican lo aprendido mediante actividades prácticas, resolución de dudas y trabajo en equipo.
Este modelo favorece el aprendizaje activo y la personalización del proceso de enseñanza, pero su aplicación en Educación Infantil y Primaria requiere ciertas adaptaciones. En este artículo exploraremos cómo implementarlo en estas etapas, sus ventajas, inconvenientes y la importancia de la formación docente para su éxito.
Ventajas de la Flipped Classroom
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Aprendizaje personalizado:
- Los alumnos pueden ver los materiales a su propio ritmo, pausarlos y repetirlos si lo necesitan.
- Se adapta a diferentes estilos de aprendizaje (visual, auditivo, kinestésico).
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Mayor tiempo para la práctica en clase:
- La clase se convierte en un espacio de aplicación, experimentación y colaboración.
- Se evitan clases magistrales largas y pasivas.
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Motivación y participación:
- Los alumnos se implican más al interactuar con contenidos dinámicos y actividades prácticas.
- Se fomenta la curiosidad y el gusto por el aprendizaje.
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Desarrollo del pensamiento crítico y la autonomía:
- Los niños aprenden a buscar información, reflexionar y resolver problemas por sí mismos.
- Se refuerza el papel del docente como guía y facilitador del aprendizaje.
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Mayor implicación de las familias:
- En infantil y primeros años de primaria, los padres participan en el aprendizaje de sus hijos.
- Se fortalece el vínculo entre familia y escuela.
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